martes, 30 de diciembre de 2008

MI NOVELA: CAP 2

CAPITULO 2: El destino te espera a la vuelta de la esquina.


- No puede ser que no te guste nadie…
- Te digo que no. Y aunque fuera así, jamás te lo diría a vos May, sabiendo como sos, antes de que toque el timbre de salida, ya lo sabría todo el colegio.
- Ah, igual gracias por la confianza que me tenes, ¿eh? Menos mal que soy tu amiga…
- No te me hagas la que no sabes de lo que te estoy hablando, yo te quiero un montón, pero sinceramente ese tipo de cosas a vos se te escapan de la boca.
- Mentira, a ver decime cuando fue así.
- ¿Estas segura que queres que empiece?
- No, tenes razón, ¡Pero conste que todas la veces que abrí la boca fue porque quería ayudar!
El amor, los chicos, etc. Esos temas para mi siempre fueron terrenos escabrosos en los cuales siempre que me metí, salí llena de espinas, moretoneada. Cada historia que emprendí, fue una peor que la otra. Se podría decir que todavía no me enamore, pero porque me niego a hacerlo. Con solo escuchar las historias de todos los “enamorados” a los cuales les rompieron el corazón sin piedad, me alcanza y sobra. No, gracias, paso. Por ahora prefiero vivir en mi mundo sin corazones rotos, desilusiones, y todo ese tipo de cosas que a la larga o la corta, te hace mal. Con mis experiencias vividas ya tuve demasiado.
Como a la mayoría de la gente, no me gusta sufrir. En cuanto veo que algo esta por hacerme mal o es perjudicial para mi salud mental y emocional, lo dejo o salgo corriendo para el lado opuesto.
Considero que ya sufrí demasiado como para tener que cargar con más penas de amor. Mentira. Si lo poco que sufrí yo lo considero demasiado, pobres y desgraciadas las personas que día a día no saben que van a comer o donde van a dormir. Es que yo soy el colmo de la sensibilidad, tengo lágrima fácil, soy la persona mas sensible, susceptible, para mi que no me quieran es terrible, y que las cosas no salgan como quiero, la mayoría de las veces (si, soy así de extremista) merece mi muerte.
Volviendo al tema de los chicos, no me enamoré porque no encontré (o no me encontró) uno que se merezca de verdad que yo este en una nebulosa espacial pensando en él o que simplemente me haga sentir algo especial, fuera de lo común con lo que me de cuenta de que vale la pena. No, ninguno valió tanto la pena para merecer mi “enamoramiento”.
- ¿Hernán no te gusta?
- Demasiado tarado.
- ¿Javier?
- Demasiado creído.
- ¿Esteban?
- May, no veo el apuro para que me consigas un novio. Sabes que odio a la mayoría de los pibes del colegio, el que no es creído, es careta, y si no, demasiado inútil, la mayoría tienen las neuronas en huelga hace rato…
- Pero no puedo verte sola…
- Vos quedate tranquila, que yo estoy perfecta así, no tengo ningún apuro. Mejor sola que mal acompañada.
- Pero, ¿Y en el baile de graduación?
- No sé ni me interesa demasiado, va a ser un antro donde va a haber personas peleando por quien tiene el vestido mas lujoso o el traje más caro. Nadie va a darse cuenta de que fui sola, aparte las tengo a ustedes.
- Bueno, como usted quiera Srita Anti-Amor.
Faltaban 6 meses para el tan esperando por todos (menos por mi, como corresponde) baile de graduación, pero no porque sea aguafiestas o porque sea aburrida, no, nada mas lejos de eso. Lo que yo no quería era terminar la secundaria, sabía que al cruzar esas dos puertas de cedro que eran la entrada/salida del colegio, por última vez, vendrían a mi encuentro una lluvia de responsabilidades y obligaciones. Pero bueno, a amar y engancharme podía negarme un poco más, pero a eso, me era imposible, un destino inevitable. Salvo que verdaderamente existiera Peter Pan, Campanita y me pudiera ir con el, no lo dudaría y volaría sin estaciones intermedias hacia el país de Nunca Jamás, para no crecer y carecer de obligaciones.
- Hoy tenemos que ir a tomarnos las medidas para el vestuario del recital de fin de año. Venís, ¿no?
- Obvio, no falto ni loca.
- Bueno, a las 4 en la peatonal, de ahí serán unas 5 cuadras. Trata de no ser impuntual.
- Y vos trata de no pedirle peras al olmo. Chau
- OK, nos vemos allá.
Había terminado mi día de clases. Mi semana de clases. Ya era viernes ¡Gracias a Dios!. Pero seguía haciendo un frio invernal. Y para aumentar el odio que le tengo a los dias de mucho frio ¿Qué faltaba? Que lloviera. Llovía mucho, y cuando digo que llovía mucho, me refiero a que diluviaba. Y yo en patines, por una vereda que afortunadamente conocía a la perfección, porque si no el lugar al que irían a parar mis rodillas sin dudarlo era contra el asfalto mojado. En ese lindo paisaje era yo, con una pollera 4 dedos mas arriba de mis rodillas, la chomba y el buzo del colegio, nada más. Conté hasta diez hasta animarme a salir a que las gotas frías y el viento huracanado golpearan contra mis piernas desnudas.
Maldije una y mil veces más el no haber encontrado las medias de nylon para ponérmelas, al menos no iba a tener tanto frió.
Del colegio hasta mi casa me separaban nada más y nada menos que unas largas 10 cuadras. Mi mamá estaba trabajando y no podía pasar a buscarme. Siempre lo hacía, salvo los días que no tenía taller porque se le superponían con el horario de su trabajo.
Las chicas, salvo May y yo, tenían otros talleres, Julie piano, Mica canto, Sandy guitarra. May y yo tenemos Comedia Musical, pero los miércoles. Pero May vivía para el otro lado, así que tuve que emprender mi viaje de vuelta a casa más sola que perro malo. Miento, no estaba sola, me acompañaba la lluvia y el viento.
Una, dos, tres, cuatro, cinco cuadras y las que me restaban se me hacían cada vez más interminables que nunca. Tiritaba y temblaba y me costaba mucho mover las piernas con el frió que hacía. Iba pensando donde había dejado las medias, si había planchado la ropa para ir al boliche el sábado y si tenía mas plata ahorrada como para comprarme si veía algo lindo en alguna vidriera camino a la modista. No les conté, con las chicas tenemos una banda. “Loveplay”. Por los talleres a los cuales vamos (y porque es un colegio de arte) se darán cuenta que nos encanta la música. Tenemos un par de temas juntas, todavía no es nada profesional, tenemos solo entre 16 y 17 años, pero es nuestro sueño poder llegar a tocar en recitales con gente como loca cantando a coro con nosotras nuestras canciones. Iba pensando en todo eso, hasta que un choque contra algo (mejor dicho alguíen) me hizo volver a la realidad fria y ventosa.
- Ay. ¿Por qué no miras cuando vas caminando por la calle?
- La que iba con la mirada perdida y no prestando atención eras vos, en las esquinas tendrías que estar atenta…
- Bueno, perdóname.
- Te perdono si te levantas de encima mío.
- Ay, no me había dado cuenta. Perdón otra vez.
- Esta bien, no importa. ¿Te lastimaste?
- No, no. Igual estoy acostumbrada a este tipo de caídas.
- ¿Te caes encima de la gente todo el tiempo?
- No, pero si encima del piso.
Me sentí tan tarada cuando dije eso, ¿¡Qué necesidad había de humillarme así?!
- Ah.
- ¿Vivís por acá?- ¿Qué me importaba a mi donde vivía ese extraño? ¡No sabía ni quien era!
- Acabo de mudarme y salí a dar una vuelta por el barrio a ver que onda, pero cuando estaba volviendo me agarro la lluvia. Y vos me acabas de recibir con un grato choque a mi nuevo barrio.
- Ja ja. Ya te pedí perdón por eso, venía pensando en otra cosa.
Estaba pensando tanto en los recitales y el vestuario que no lo ví. Era alto, flaco, ojos marrones claros, pelo castaño claro, aparentaba unos 16 años o 17 quizás, no era ni lindo ni feo. Pero tenía algo, había algo en el que parecía distinto, especial. Parecía sencillo, cosa que era muy rara de ver en barrios como estos.
- Consejo, antes de salir de tu casa para el colegio, mira el noticiero que te dice como va a estar el día. Ahí fijate si da salir con pollera o no. Hace demasiado frió para que estés así.
- Si ya lo sé, salí apurada. Bueno, me tengo que ir. Espero que te guste el barrio.
- Si todos me van a recibir así…
- Chau.
- Chau. Pará. ¿Cómo te llamas?
- Magali. Se me hace tarde. ¡Chau!
Y su “Chau” se pedió atrás entre las gotas que caían y el viento que soplaba cada vez mas fuerte.
Cuando llegue a mi casa me di cuenta de que no sabía su nombre. No era justo, el sabía el mío, pero yo el de él no. Sabía que lo iba a volver a ver, el barrio no era tan grande como para que no me lo vuelva a cruzar o como para que no averigüe en que manzana y casa vivía.
Era una gota de agua caminante, no bastaba con decir que estaba empapada, no, no. Creo que tenía agua hasta en los huesos (ya saben que soy así de extremista). Y en este tipo de casos no hay nada más lindo que un buen baño de agua bien caliente.
Después de tanto buscar las benditas medias las encontré, debajo de la cama, como es costumbre. Todo lo que pierdo va a parar ahí abajo. Pero ahora no me servían. Uno siempre encuentra las cosas que necesitaba antes cuando ya no las necesita. Me puse un jean, y las volví a tirar por ahí. Mi cuarto esta tan desordenado como si hubiera venido una banda de chorros y hubieses revuelto todo a ver si encontraban algo de valor para llevarse. Ropa en varios rincones, papeles hechos bollos los cuales su destino era el tacho de basura, pero como tengo tanta mala puntería, había embocado dos y alrededor del tacho habían seis bollos más como evidencia de que jamás podría jugar al básquet.
Me termine de cambiar, agarre una manzana y me fui comiendo mi merienda, feliz, pensando otra vez en el vestuario.
Como era obvio y de esperarse llegue tarde. Si, tengo que admitirlo soy la persona más impuntual que conocí en mi vida. Pero no es a propósito, por ahí salgo media hora antes de mi casa, pero siempre por equis motivo, termino llegando tarde. Las chicas me recibieron con los clásicos chistes irónicos que me hacen cada vez que llego tarde, como “Llegas mas tarde que la policía” o “Si fueras bombera ya nos hubiésemos quemado vivas”, pero siempre con cariño. Ya me aceptaron, soy así.
Fuimos a la modista y nos tomo todas las medidas, el vestuario sería una pollera de jean con apliques de tul fucsia y negro y una remera negra con inscripciones en fucsia.
Terminamos en la modista y salimos a caminar a ver si veíamos algo que nos gustara. Compramos de todo, lo que más hacemos juntas es comprarnos ropa. Muchas veces no coincidimos en los gustos, como por ejemplo en los talleres del colegio, pero no podíamos negarnos a una tarde de shopping, galerías y miles de prendas que nos esperaban en cada local. Comprar ropa creo que es la pasión de toda mujer. Y justamente en nosotras no era la excepción.A pesar de estar pendiente de cada vidriera a ver si veía algo que me gustara, no podía dejar de pensar en aquel extraño al cual me choque en esa esquina. No soy de creer en las casualidades. Siempre creí que las cosas pasan por algo en especial. Se llama destino. Yo se que el destino había hecho que me olvidara donde había puesto las medias, que justo ese Lunes las chicas decidieran ir a la modista. Si yo no hubiese estado pensando en todas esas cosas, hubiese llegado a la esquina, lo hubiese esquivado y llegado a mi casa acordándome de la madre de la lluvia. Por algo pasó, bueno o malo, dentro mío sabía que todo eso tenía un motivo, una explicación. Yo lo encontré o el me encontró a mi, no lo se. O tal vez solo era nuestro destino. El de él mudarse, el mío no tener taller ese día. Yo sabía que era el destino, también sabia que lo iba a volver a ver. Lo que no sabia, es que el reencuentro iba a ser tan pronto.

Mi novela

[TODAVIA NO TIENE TITULO, CUANDO ESTE SEGURA DE CUAL LE VOY A PONER, LO PONGO]

CAPITULO 1: Mi mundo promedio.

- Magali! Levantate yaaaaaa! Estas llegando tarde, si no te levantas ya, te vas a tener que ir caminando al colegio. ¡Te doy 10 minutos nada más si queres que te lleve!
Estaba demasiado cómoda en mi cama, tan calentita, tan abrigada y afuera hacia tanto frío, era un frío día lunes de mediados de Abril. Lunes, empezaba la semana. Siempre fui de odiar los Lunes (no creo ser la única), volver al ruedo se hace tan denso cada primer día de la semana.
- Magali! ¡Espero que estés bajando ya!
¿Y que hay más lindo que levantarte un Lunes para ir al colegio a las 7 de la mañana y aparte con los gritos de tu mamá sonando abajo en el comedor? Es la mejor manera de levantarse. Para mi gusto no hay nada que me irrite más que levantarme por sus gritos. Claro esta, que esto no pasaría si yo fuera responsable y me pusiera el reloj despertador a las 6:30 AM. Pero era una posibilidad tan remota como que nieve en verano.
- Por fin hija, cuando vas a aprender a levantarte sola, no puede ser que siempre llegues tarde al colegio. Y cuando no llegas tarde, por salir apurada te olvidas algo…
- Ya se mamá…
- Vos todo lo resolves con un “Ya sé mamá”, pero jamás aprendes.
- ¿Dale me alcanzas al colegio?
- Si, dale vamos, ¿no te olvidas nada no? Yo no voy a salir corriendo de la oficina para llevarte nada.
- No mamá no me olvido nada, quedate tranquila.
Así empezaban la mayoría de mis días hábiles escolares, los gritos de mamá, no encontrar las medias de nylon para ponerme junto con la pollera del colegio, desayunar y salir volando para el colegio. Me presento, Soy Magali Del Río, 16 años, hija única, curso 5 año de la secundaria, promedio 7 en el colegio. Vivo con mi mamá. Secretaria en una empresa de ropa. ¿Mi papá? No lo conocí. Murió cuando tenia apenas 3 años, tengo muy pocos recuerdos de él, salvo los videos caseros, que a medida que pasa el tiempo, los veo cada vez menos. Mamá siempre me cuenta que el me quería, que para el siempre fui la luz de sus ojos. Sé que no lo tengo en cuerpo presente día a día a mi lado, pero lo siento. Sé que él me acompaña en cada emprendimiento que hago, en cada salida de mi casa, es mi ángel.
- Maga, ¿que vas a hacer después del cole?
- No sé, no arregle nada con las chicas. ¿Por qué?
- Porque no sé a que hora vuelvo a casa. Ortiz me da cada vez más trabajo, pero no me puedo quejar, tengo mi merecido aumento.
- Bueno, quedate tranquila, te voy mandando mensajes y me decís más o menos a que hora pensas que podes llegar. ¿Venís para cenar?
- Espero poder llegar hija, espero. Dale que ya llegamos, no te olvides la mochila por favor, ¿eh?
- Gracias má, después hablamos. Bye.
- Chau, te quiero hija.
Con el frió que hacia fuera, no tenia ganas de bajarme del auto, iba con la calefacción y la sola idea de tener que bajarme para entrar a ese frió edificio, me hacia temblar. Mentira, no era frió el colegio, al menos no tenia derecho a serlo. Con lo que cada uno de nosotros pagaba de cuota, tendría que ser el mejor colegio de todo Buenos Aires. Pero cualquier cosa era demasiado fría para mí si no era mi cómoda cama de dos plazas en mi cuarto.
Voy al Instituto Las Clavelinas, puro chetaje, pero como para mi mamá era “el mejor colegio al cual podía asistir”, no pude resistirme demasiado. Mis amigas están muy lejos de ser “chetas”, son tan comunes y simples como yo. Nos conocemos desde que entramos y jamás nos volvimos a separar, tuvimos nuestras peleas, pero nada que no se pueda arreglar con un simple “perdón” y un abrazo.
Sandi. La más estudiosa de las cinco, ideal para sentarse al lado un día que se te hizo imposible estudiar. Buena onda, esa amiga que siempre tiene la palabra justa. Padres que están en la política, dos hermanas mayores, que ya están trabajando y viven solas.
May, la sincera. Si ella te tiene que decir que te queda patético ese Jean y que jamás se te vuelva a ocurrir ponértelo, te lo dice sin ningún tipo de problema. Razonable al 100%, no tiene tabúes para hablar de nada. Nada salvo su familia. Su madre los abandono a ella y a su padre cuando solo tenía 6 años. Es su gran karma, pero su padre se desvive por ella y ella es feliz así.
Julie, la que ama la joda. Mi mejor amiga, ella todos los fines de semana organiza algo para que salgamos, tiene hormigas en los pies, para no decir en otro lado. Es lunes y ya esta organizando lo que hacemos el finde próximo. La mente maestra de cada salida. Madre docente, padre arquitecto, hija única como yo.
Mica, la casada. Esta felizmente de novia hace 8 largos meses, y prometen más. Se prende en todas las jodas también, pero vive pendiente de que hará Martín a cada rato. Hay momento en que cansa ya, pero cuando alguna de nosotras esta por estallar y tirarle el celular por la escalera, alguna la rescata y le baja los humos. Una hermana mayor, un hermano menor, padres separados, madre ama de casa, padre dueño de una de las chocolaterías más grandes de Mar del Plata.
Y por ultimo, yo. Maga. Soltera, jodona, algo soñadora, colgada, romántica, miedosa y ciclotímica a más no poder. Puedo estar saltando de la felicidad y pasa algo, y puedo derrumbarme como un castillito de arena al lado del mar. Me gusta salir, comprarme ropa, tengo ataques a veces de creída, pero las chicas me hacen bajar a la realidad en 5 minutos. Repito, hija única, madre viuda, secretaria.
Creo que resumí bastante bien mi círculo íntimo, con ellos comparto casi todos mis días.
Y ahí estaban ellas esperándome para entrar, es como un ritual, si no estamos las 5 en la puerta, no entramos, salvo que alguna haya avisado que no iba. Siempre fuimos muy unidas, las 5 entramos en 1er año y desde ahí pegamos toda la onda. Esa es la gente con la que comparto todos mis días. En el colegio, en mi casa, son parte de mi vida. Mi vida. Un mundo especial donde cada uno cumple un rol muy importante para mí. Estos son los personajes de mi vida, de mi novela. En la cual soy una doncella que sale por los jardines de su reino en busca de algo especial cada día, algo que le de gusto y color. Lo que no sabía es que ESO que le faltaba a mi vida estaba muy cerca. Tanto como a la vuelta de la esquina.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Felices Fiestas

"Navidad, navidad, llega navidad. Alegria en este día, hay que festejar. "

Pero, y si no tenes ganas de festejar, ni alegria para compartir en estas fiestas que se aproximan? Si lo se, es horrible. Todos felices, pensando en sus regalos, con quienes las van a pasar, que van a hacer despues de las doce, y vos, sin ganas absolutamente de nada, sin ganas de festejar nada ni de fingir, porque estan tus primitos o hermanitos mas chiquitos, que a las doce verdaderamente pasa Papa Noel casa por casa y te deja los regalitos.
Te sentis el Grinch totalmente, sos la aguafiestas.
A medida que crecemos las fiestas (especialmente Navidad) va perdiendo esa magia. Porqe? simplemente porque ya sabemos que el gordo vestido de rojo, con mucha barba blanca y con cara de bueno llamado Papa Noel, no existe. Que es solamente un invento para que en una (de las tantas) etapa del año los locales de ropa, de regalos, etc. aumenten sus ventas y ganen mas plata.
Era lindo cuando eramos chicos y esperabamos ansiosos verlo como nos dejaba los regalos y como nos jurabamos año tras año que el proximo lo ibamos a agarrar justo cuando los estaba dejando, ya que siempre nos era imposible verlo.
Era linda ese tipo de magia que perdimos a medida que vamos creciendo, como perdemos esa capacidad de soñar con un ser omniciente que puede estar en miles de lados a la vez y que nos regala (casi) siempre todo lo que queremos. Perdimos la capacidad de soñar, de imaginar, de creer en ese tipo de cosas, cosas que cuando sos chiquito te endulzan la vida.
Era lindo ir por la calle y ver miles de vidrieras adornadas con muerdagos, dibujos y cosas relacionadas con la Navidad. Ahora ya ni las notamos, solamente seguimos caminando.
No esta bueno dejar que ese niño que eramos, el que soñaba imaginando que Papa Noel le iba a traer la Barby Playera o el autito con control remoto y pista, se muera.
No perdamos nunca esa capacidad autentica de los chicos de soñar, de creer, de darnos el lujo de ser inocentes y creer que El es el qe nos deja los regalitos abajo del arbol. Date el lujo y el privilegio de creerte que mas alla de Papa Noel y los regalos, es una buena ocacion para juntarte con toda esa gente querida (y no tanto), y pasar una noche que puede llegar a ser unica.

Date el lujo y el privilegio de permitirte que estas fiestas, puedan ser las mejores de tu vida. Que el 2009 te encuentro dispuesto y preparado para que sea uno de los mejores años de tu vida. Qu este 2009 traiga de la mano nuevas relaciones, buenas amistades, ganas de mejorar y progresar, fuerzas para afrontarlo y sobre todo, miles de bendiciones sobre todos tus seres queridos. Deja que tu corazon sueñe y se llene de esperanza y alegria en esta Navidad y en este Fin de Año.
Te lo deseo de todo corazon.

Floor.
PrincesaSerena.